Coso de los LLanos, secretos de una leyenda.
Cuentan que todos los toreros que vienen por primera vez a Pozoblanco se quedan asombrados por la belleza del viaje. El camino discurre entre dehesas y encinas que conforman un paisaje irrepetible. Al adentrarte en Pozoblanco, ves el granito por todos partes así como la blancura de las fachadas. Dicen desde hace un siglo que desde el ruedo de la plaza es desde donde mejor se escucha el bullir de Pozoblanco. Quizá porque desde la distancia se aprecian mejor los sonidos. Ubicada en el barrio de Los Llanos, muy cerca de la Parroquia de San Bartolomé, donde está el Cristo de Medinaceli.
La plaza de toros de Pozoblanco fue construida en 1912. Rafael Bueno Roldán y Joaquín García Gómez fueron los impulsores del actual coso, que bautizaron con el nombre de Plaza de toros de Los Llanos, debido a su ubicación en el paraje denominado los Llanos del Pilar. Pero la historia del mundo de los toros en Pozoblanco aparece en el siglo XVII y principios del XVIII. Se tiene constancia de la celebración de espectáculos taurinos en el centro de Pozoblanco, lo que es hoy la calle Mayor de Pozoblanco, conocida también como calle El Toro. Posteriormente hay constancias de encierros en una plaza portátil enclavada en la zona conocida como El Torilejo.
Ya a principios del siglo XX se empieza a gestar la construcción de la plaza actual Plaza por la que han pasado toreros tan famosos como Juan Belmonte, Gallito de Zafra, Rafael Gómez El Gallo, Pepe Luis Dominguín, Conchita Cintrón, El Cordobés, José Mari Manzanares, El Juli o Roca Rey. Un 26 de septiembre de 1984, la plaza, de gradas de granito y cal, enmudeció por una terrible cornada de un toro de nombre ‘Avispado’ a Paquirri. El astado le destrozó el muslo derecho y provocó, horas después, su muerte cuando Francisco Rivera era trasladado al Hospital Militar de Córdoba. A partir de ese día hay muchas leyendas acerca de lo que ocurrió ese día. La única verdadera es la de la verdad taurina.
El Coso de los Llanos es el edificio más visitado de los que posee la localidad de Pozoblanco con un museo taurino muy cuidado. En el 2001 se realizó una remodelación del Coso convirtiéndose en uno de los más bonitos de Andalucía. Su espectacular patio de caballos, la zona del corral con los chiqueros, los espaciosos vomitorios, el brillo del albero del coso, los tendidos de sol y de sombra de granito y el callejón con unos burladeros que guardan los secretos de muchas tardes de gloria son elementos interiores que van parar a una espectacular fachada en el barrio del Pilar de Los Llanos y del Recinto Ferial. Estamos hablando de unas de las obras arquitectónicas que custodia los secretos del toreo. La plaza surgió como un monumento a la voluntad del pueblo que quiso perpetuar el rito del mundo del toro.